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El cisne negro (Cygnus atratus) es una especie originaria de Australia que fue introducida en Europa a principios del siglo XIX para uso privado ornamental en jardines y estanques. Como ocurre con muchas otras especies exóticas de animales, estos cisnes fueron escapándose o soltados en el medio natural, y llegando a convertirse en un verdadero problema para la fauna autóctona.
Cisnes negros en Kanala
Es una especie muy territorial y defienden este territorio con gran agresividad, llegando a convertirse en una gran amenaza para otras aves acuáticas en los humedales donde se ha introducido. De este modo se han descrito competencias con otras anátidas llegando a desplazarlas de sus lugares de cría y, en varias localidades, han sido la causa de reducción de algunas poblaciones de aves autóctonas reproductoras
Se ha constatado su reproducción en varios países europeos como en Austria, Reino Unido, Italia y Francia, y también existe alguna cita de reproducción en la Península Ibérica, incluso se tiene constancia de la reproducción en la balsa de Zurbano en Salburua, Vitoria-Gasteiz (Onrubia, 2002), donde causó serios problemas al impedir la reproducción de otras especies en las inmediaciones de su nido. Mediante estudios realizados por la B.T.O (British Trust for Ornitology) para el Reino Unido, aunque extrapolable a los demás países, se ha observado que el número de emplazamientos donde existe algún cisne negro se ha más que duplicado en los últimos cinco años, y que el número de criaderos se ha llegado a triplicar, por lo que las sueltas y escapadas han ido en aumento. En varios países de Europa, siendo conscientes del riesgo de estos ejemplares, se han puesto en marcha programas de erradicación de esta especie, y por ejemplo, en Austria se cree que ha sido totalmente erradicada.
No debemos olvidar que la protección de las aves reproductoras autóctonas ayuda a conseguir uno de los mayores retos medioambientales de nuestro siglo: la conservación de la biodiversidad.
En Urdaibai se tiene constancia desde hace varios años de algún individuo suelto, escapado probablemente de algún estanque privado, pero no ha sido hasta hace tres años cuando su número ha ido en aumento y actualmente se pueden observar cuatro ejemplares entre las zonas de Murueta y Axpe en la marisma media. Además, podemos constatar, que estos días se los ha visto cerca de un grupo de barnaclas carinegras y en varias ocasiones han sido observados molestando y desplazando a estas aves de sus zonas de descanso y alimentación.
Cisnes negros y barnaclas carinegras en la marisma media
Es por todo lo dicho, que aunque esta elegante y magnífica ave sea una preciosidad ante nuestros ojos, puede llegar a constituir un grave problema para la conservación de las aves acuáticas de Urdaibai. |
