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La Cigüeña blanca está catalogada como Rara en el Catálogo de Especies Amenazadas de la Flora y Fauna del País Vasco. Ello se debe a que su población en la Comunidad Autónoma del País Vasco disminuyó de forma alarmante a partir de los años cincuenta del siglo pasado, llegándose a una situación crítica a finales de los setenta, cuando un nido situado en Gamarra (Vitoria-Gasteiz) era el único ocupado en toda nuestra geografía. A partir de 1989 comienza un lento proceso de recuperación, de forma que en la actualidad más de un centenar de parejas nidifican en el País Vasco, la gran mayoría en territorio alavés. No obstante, su presencia en la vertiente atlántica continúa siendo bastante reducida, estando limitada al territorio de Bizkaia, aunque en 2013 ha ascendido a las 17 parejas. Por primera vez en décadas de ausencia la Cigüeña blanca volvió a nidificar en Orduña en 1991 y en Durango en 2001. El desarrollo de un proyecto de reintroducción en la Reserva de Urdaibai en el periodo 2005-2008 contribuyó de forma significativa a fortalecer esta incipiente población favoreciendo la colonización de numerosas localidades. En Urdaibai anida ininterrumpidamente una pareja desde 2007, a la que se unió una nueva pareja el año pasado.
La Cigüeña blanca construye nidos de grandes dimensiones, alcanzando habitualmente metro y medio de diámetro y un metro de altura. No obstante, dado que cada año aportan nuevo material, los nidos pueden alcanzar una altura de dos metros y hasta 400 kg de peso. Por ello, el nido puede poner en peligro la integridad de edificios o las estructuras en donde se ubican. A menudo, el nido lo construyen en las torres de telefonía, que actualmente suelen ser los enclaves más altos de nuestros pueblos, y pueden causar problemas técnicos a las compañías telefónicas.
La retirada de los nidos problemáticos una vez transcurrido el período reproductor reduce en parte daños y riesgos para las personas y las propiedades. No obstante, es una medida provisional ya que la Cigüeña blanca es un ave muy longeva caracterizada además por una gran fidelidad a su nido.
En algunos casos puede evitarse la nidificación mediante la instalación de elementos que dificulten a las cigüeñas la construcción. No obstante, en la mayoría de los casos esta opción no resulta eficaz ya que las cigüeñas son extremadamente testarudas y hábiles para reconstruir los nidos aún en las condiciones más difíciles. En esta tesitura, la reubicación de los nidos resulta la opción con mayores posibilidades de éxito. Además, como la pareja objeto del traslado seguirá defendiendo como propia la ubicación del nido antiguo, se evitará su reocupación por otra pareja. Por otro lado, dado que lo habitual es que la nueva ubicación sea un parque público, el traslado acerca las cigüeñas al ciudadano, lo que constituye un atractivo y una buena herramienta de educación ambiental.
Esta primavera, a petición del Ayuntamiento de la localidad, el Departamento de Medio Ambiente de la Diputación Foral de Bizkaia ha llevado a cabo la reubicación del nido que las cigüeñas tenían en una antena de telefonía en Plentzia desde 2010. La operación ha sido coordinada por Aitor Galarza, agente forestal y anillador de la Sociedad de Ciencias Aranzadi, y ha contado con la ayuda de otros agentes forestales, voluntarios y personal de la compañía telefónica. Los tres pollos fueron trasladados desde lo alto de la antena hasta una plataforma previamente erigida por los operarios del ayuntamiento, sita a unos 150 m en un terreno municipal. Se aprovechó la operación para marcar los ejemplares con anillas metálicas convencionales de la Sociedad de Ciencias Aranzadi, así como con dos anillas de colores (negra con dos dígitos y amarilla lisa) para la individualización a distancia de cada ejemplar. El anillamiento constituye una herramienta indispensable para llevar a cabo el seguimiento de la población de cigüeñas. Gracias a esta técnica se adquieren conocimientos relativos a sus rutas y cuarteles de invernada, tasas de retorno a sus lugares de cría, mortalidad, etc… Así por ejemplo, gracias al anillamiento sabemos que el padre de estas cigüeñas nació en 2007, siendo la primera cigüeña que nacía en Urdaibai a partir del programa de reintroducción llevado a cabo en la Reserva.
La operación se desarrolló sin incidentes y los padres aceptaron en muy pocas horas el nuevo emplazamiento, procediendo a alimentar a sus cría y a mejorar el nido con un continuo aporte de ramas. Más detalles sobre la operación pueden consultarse visionando una entrevista a Aitor Galarza en ETB http://www.eitb.com/es/videos/detalle/1365610/video-se-hace-traslado-nido-cigueenas-plentzia/ |
