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La pasada semana fue observado un avetoro común en los humedales de Gautegiz Arteaga y otro ejemplar hace unos 10 días en el humedal de Barrutibaso (Kortezubi).  El avetoro es una especie rara en la Reserva de la Biosfera de Urdaibai. Aunque todos los años invernan uno o dos ejemplares en los humedales de Gautegiz Arteaga no deja de ser una especie difícil de observar y a menudo se muestra esquiva al observador. Su presencia se comienza a detectar a partir de la primera quincena de noviembre, siendo un ave que se localiza en un entorno muy concreto del humedal lo que, a diferencia de otros humedales donde pueda invernar, le hace ser más visible si se tiene un poco de paciencia.

Pose habitual de alerta en zonas con vegetación palustre

El avetoro está considerada un ave parcialmente migradora, ya que que su migración al parecer está condicionada más por el frío intenso en el norte de Europa, que a un calendario estricto de migración (Cramp BWP), llegando a permanecer en zonas muy frías del mar del norte incluso en olas de frío severas. A nivel peninsular es un nidificante muy escaso, cercano a las 40-50 parejas nidificantes. En Urdaibai se comporta como invernante habitual desde la restauración de los humedales de Gautegiz Arteaga, siendo observado desde noviembre hasta marzo, las observaciones más habiturales se dan en los meses más fríos del invierno.

Ejemplar de avetoro observado frente al observatorio de Orueta

Una de las características más interesantes de esta especie es su excepcional plumaje que se funde en tonalidad y textura con el de los carrizos muertos, coincidiendo su llegada con el cambio de tonalidad de estos a finales de octubre y principios de noviembre. Es precisamente en la espesura de esta vegetación palustre donde esta ardeida se siente más segura, permaneciendo a menudo quieta ante cualquier amenaza, segura del camuflaje de su plumaje.

El avetoro es una de las aves con mejor camuflaje en los humedales.