Buscando a Cousteau en Senegal y Gambia

Friday, 31 March 2017 18:50
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Foto6.Pescadora Technopole

-URDAIBAI RESERVE- El director del proyecto de recuperación del águila pescadora en Urdaibai, Aitor Galarza, realizó el pasado otoño un viaje hasta esa región del África subsahariana, con el objetivo de recabar información sobre las águilas pescadoras en su zona de invernada e intentar tomar fotografías y grabaciones de vídeo del propio Cousteau, tan útiles para la divulgación del proyecto y el desarrollo del programa de educación ambiental.

Algunas de las águilas pescadoras del proyecto de reintroducción que desarrolla el Urdaibai Bird Center en la Reserva de la Biosfera de Urdaibai portan un dispositivo satelital que permite conocer con bastante exactitud su posición en cualquier lugar del planeta.

Gracias a ellos sabemos que la mayoría viaja hasta una región muy concreta que se extiende esencialmente por Senegal y Gambia. El año 2016 se marcó con este dispositivo un único ejemplar al que se le dio el nombre de Cousteau, en honor al famoso divulgador y gran conservacionista del medio marino Jacques-Ives Cousteau. A día de hoy el dispositivo que porta Cousteau continúa emitiendo por lo que sabemos que está vivo y permanece habitualmente a unos 10 km de Ziguinchor, la ciudad más importante de Casamance, en el sur de Senegal.

Iniciamos por capítulos una breve crónica de su viaje.

Martes, 22 de Noviembre

Dakar, la capital de Senegal, está situada en la península de Cabo Verde, el enclave más occidental del continente africano. Entre los siglos XVI y XIX se convirtió en la principal salida de esclavos hacia las colonias americanas, calculándose en unos veinte millones los seres humanos deportados.

Foto1.Luchadores Ngor

Hoy en día, Dakar es una gran urbe, caótica, contaminada y ruidosa, que alberga más de un millón de habitantes. La isla de Gore, declarada Patrimonio de la Humanidad, es el enclave con mayor interés turístico dado su buen estado de conservación y su importancia en el contexto de la historia de la esclavitud y la sucesiva colonización de la región por portugueses, ingleses, holandeses y franceses.

Foto2. RitoFestivo Ngor

Desde un punto de vista naturalístico, Dakar, por su posición en el extremo más occidental del continente africano, es un enclave de gran interés para la observación de aves marinas. Además, la laguna de Technopole, aunque cada vez más degradada, es también un buen sitio donde ver a corta distancia garzas, cormoranes y otras aves pescadoras, habituadas al incesante trasiego de personas.

Foto3.Bus Dakar

Otro de los lugares de Dakar con gran interés para un aficionado a la naturaleza es, sin duda, el parque nacional de las islas de la Madeleine, situadas a unos 3 km de su costa más occidental. Con sus 45 ha de superficie es el parque nacional más pequeño del mundo. Como tenía algo de tiempo antes de recoger el vehículo de alquiler y dirigirme hacia el sur, lo aproveché para volver allí, ya que es uno de mis enclaves favoritos en Senegal. Acompañado únicamente por un guarda del parque, que me esperó en el punto de atraque, pude deleitarme con su impresionante paisaje basáltico y sus colonias de aves marinas. En los acantilados o sobre unos vetustos baobabs estaban anidando cientos de parejas de Cormorán grande (Phalacrocorax carbo lucidus) y pude disfrutar del mayor tesoro que alberga la isla, el Rabijunco etéreo (Phaethon aethereus), una espectacular ave que cría al abrigo protector de este remanso de paz.

Foto7.Madalena Isla

Foto9.Rabijunco nido

Foto10.Rabijunco vuelo

De vuelta a Dakar alquilé un vehículo y me dirigí hacia el sur con la intención de alcanzar antes de anochecer la región de Casamance, ya muy cerca de donde inverna Cousteau. La carretera, uno de los principales ejes viarios del país, es al principio una buena autopista pero después se torna en una vía de medio pelo en la que hay que conducir con muchísima atención, tanto por el intenso tráfico como por la frecuente presencia de personas y animales domésticos, sobre todo en las inmediaciones de los pueblos. Se están llevando a cabo importantes mejoras pero mientras tanto te ves obligado a conducir muchos kilómetros a baja velocidad sobre un firme de tierra. Cerca de Kaolack asistí a un espectáculo imprevisto: un bando de más de mil cigüeñas blancas levantaba el vuelo buscando las corrientes térmicas que les permitirían proseguir hacia el Norte.

Pensé que en menos de un mes muchas de ellas estarían ocupando sus nidos en tierras europeas. Para llegar a Casamance por el itinerario más corto hay que cruzar Gambia, un país gobernado hasta hace unos meses por un presidente iluminado y homófobo que quería islamizar una región en la que hoy por hoy las relaciones entre musulmanes y cristianos son muy cordiales. Afortunadamente, perdió las últimas elecciones y ahora gobierna un nuevo presidente que esperemos mejore la situación de este tan depauperado país.

Atravesar Gambia por Farafenni es un itinerario de tan solo unos 30 km lo que reduce las posibilidades de toparse con un control policial, algo poco recomendable ya que el cobro de "mordidas" suele ser habitual. Crucé sin grandes sobresaltos los controles fronterizos de ambos países, aunque en el de Gambia me vi obligado a negociar algo con la policía. Uno de los militares fronterizos me pidió que le llevara a la otra orilla del río lo que me vino muy bien pues gracias a ello pasamos el resto de los controles sin ni tan siquiera parar.

Foto4.Pescador Technopole

Cruzamos en barco el río Gambia con relativa rapidez. La carretera en ambas orillas estaba jalonada por multitud de puestos en los que se vendía toda clase de útiles, además de comida y bebida. Así mismo, jóvenes vendedoras ofrecían en la calle galletas, cacahuetes, agua, etc,... La temperatura rondaba los 35º y la humedad era sofocante. Después de recorrer unos pocos kilómetros crucé de nuevo los controles fronterizos, también sin contratiempos. Recogí a un joven que se dirigía hacia Bignona, a donde también iba yo. Al de unos kilómetros vimos en la cuneta a un grupo de escolares que rodeaban a una persona tirada en el suelo. Paramos el coche para auxiliarla. Era una chica muy joven que presentaba convulsiones y era incapaz de tenerse en pie. ¿Ataque epiléptico? La pusimos de costado e intentamos que no se hiciera daño. Se calmó, así que la cargamos en el coche y la transportamos, junto a dos de sus amigas hasta su pueblo, situado unos pocos kilómetros más adelante.

Foto5.Egretta alba Technopole

Caía la noche y aún quedaban muchos kilómetros hasta Bignona. Conducir de noche era peligroso porque había que estar muy atento, tanto al tráfico corriente como a los baches y a la multitud de personas y animales domésticos que transitaban en la cercanía de los pueblos. En Bignona mi acompañante me guió hasta un "hotel" perdido en la oscuridad que sin duda había conocido tiempos más prósperos. Tras cenar un cuscús en un cuchitril cercano nos despedimos.

 

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